viernes, 15 de julio de 2011

Grecia, Europa, el capital virulento y el armario Latinoamericano




A primera vista la situación actual que vive Grecia y la Unión Europea se puede resumir como la consecuencia de supeditar la democracia política a la libertad de mercado que en esta etapa del capitalismo de los centros toma forma en el pillaje financiero. El precio, como en cualquier sociedad ideologizada por el neoliberalismo es el recorte del estado y de sus posibilidades de prestar servicios sociales. Por eso en Europa nos preguntamos sobre el futuro a corto plazo del estado del bienestar y de la democracia.


Antes de contestar las preguntas acerca del carácter de la Unión Europea, sus perspectivas a corto y medio plazo y de los aprendizajes para experiencias en América Latina, considero necesario marcar algunos hechos que nos situarán frente a la crisis actual con una perspectiva más crítica de la que los medios convencionales vienen a presentarnos.


En primer lugar tenemos que tener en cuenta que la causa principal de la actual situación ha sido el espíritu especulativo del capital financiero que encarnan las agencias de calificación del crédito. Agencias que han gozado de un poder superlativo sobre los estados europeos y norteamericano, estados donde la economía ha permitido la hegemonía del capital financiero. Agencias que mediante sus informes han puesto el precio a la deuda de los estados a su antojo. Agencias que tan solo representan los intereses privados de sus accionistas mayoritarios. Intereses individuales que, aunque concuerdan con visiones de la democracia liberal atentan contra los principios comunitarios y sociales de la ciudadanía en general.


Algunas visiones de analistas cercanos a la Unión Europea ven en la actual situación una guerra financiera en la que los intereses que representan al Dólar han intentado atacar al Euro en su propia casa. Curioso es ver como la compañía Goldman Sachs ( agencia norteamericana culpable de infectar al sistema financiero con sus hipotecas subprime ) fue una de las principales compradoras de deuda Griega desde 2002. Este apoyo pudo maquillar tras el equilibrio presupuestario una situación crítica de la economía real helénica hasta la actualidad donde la compañía yankee ha decidido atacar, no solo a este país sino a todos los periféricos de Europa donde la deuda está en sus manos. Goldman ganó 735 millones de euros mediante estas operaciones de compra de deuda Griega . Pero lo más curioso es ver como Mario Draghi, vicepresidente de la compañía durante esta etapa, ha sido recientemente seleccionado por la Unión Europea como el próximo presidente del Banco Central Europeo. Atención al poder del lobby financiero.


Al margen de los causantes y de la suciedad que brota de las entrañas del poder que está decidiendo el destino de las próximas décadas de Europa, tenemos que preguntarnos qué medidas existen para reaccionar ante esta crisis. Aquí encontramos un espectro que va desde la derechista posición de recortar el gasto público que solo beneficia al mercado y a este bote de sucios, o caminando hacia la izquierda podemos enjuiciar a los causantes como en Finlandia, pero por el medio existen multitud de medidas que plantearemos más adelante en los aprendizajes para las experiencias de integración en América Latina.


Amartya Sen hace hincapié en la necesidad de recuperar el espíritu democrático de la Unión Europea y pone la lupa en un hecho crucial para la pérdida de soberanía de los estados en materia económica:


“Mi preocupación sobre el euro estaba en parte conectada con el hecho de que cada país iba a abandonar la soberanía sobre su política monetaria y los ajustes en la tasa de cambio de sus monedas”


A partir de aquí podemos afirmar que la Unión Europea es básicamente una unión económica desde sus inicios. Los ideólogos de la integración hacían hincapié en que con la economía se podría llegar en un futuro a la unión política. Esquema típicamente neoliberal que pone siempre el acento en poner a la fuerza del mercado a la hora de imaginar modelos sociales.


A día de hoy, el “acervo comunitario” en España, por ejemplo, legisla casi el 50% de las políticas nacionales. Esto es, un organismo internacional claramente antidemocrático legisla de manera comisionada sobre casi todo lo relativo al mercado productivo de los estados miembros, es más, mediante el pacto de estabilidad que ya está más que obsoleto se mantiene abierta la puerta para que los especuladores sigan poniendo el acento en el equilibrio presupuestario y no duden en engañar a los estados endeudando a sus ciudadanos. Lo que permite que un personaje como el de Goldman Sach llegue a ser el presidente del Banco Central Europeo.


Respecto a las sensaciones de cara a un futuro podemos ser algo optimistas al ver el auge de las movilizaciones en países periféricos que ya ven como la religión del crecimiento económico es una mentira más y que es necesario un estado fuerte que redistribuya la riqueza e invierta socialmente.


Ahora bien la derecha es muy hábil al hacer reformas que empequeñecen al estado y recortan derechos laborales y sociales para que los ladrones puedan seguir dominando. Para esto es más que necesario regular, controlar e incluso castigar a los culpables de la actual situación. A ver si seguimos el ejemplo de Finlandia, la ciudadanía Griega lo tiene claro y sus calles hablan solas, solo que el poder del lobby financiero parece que ya ha mermado mucho el poder ciudadano.


Por el lado de los analistas se comenta que vendrá un período de 5-8 de ajuste estructural y cambios radicales en los modelos productivos con un control moderado sobre el mercado financiero, apoyándose sobre todo en la venta de deuda a los centros del capital no virulento, donde China tiene un papel fundamental que ya está jugando a nivel internacional. Veremos que surge.


A la hora de mirar posibles aprendizajes para la América Latina lo primero que tenemos que ver son los caminos que los procesos de integración regionales están teniendo mayor proyección. Aquí se hace un apuesta clara por UNASUR como entramado con mayor potencial de institucionalización, ahí es donde la justicia social creo que debe echar la lucha.


En medidas concretas seremos muy sistemáticos.


El principio de la integración regional no debe ser lo económico, sino lo social. Para ello lo primero es generación de mercado interno y mayor recaudación de los estados que vienen de una etapa neoliberal donde se ha consolidado una clase dominante que no paga impuestos ni a punta de pistola. Hay ejemplo de socialización de la riqueza que en los últimos años ya se están dando.


Relativizar la ideología neoliberal y atacar sus principios políticos, económicos, jurídicos y filosóficos. Se trata de desarrollar un pensamiento crítico que tenga en cuenta las últimas décadas y sus consecuencias para la justicia social.


Siendo más concretos con la situación en Europa y Grecia como modelo de aprendizajes para Latinoamérica:


Cambiar el norte del crecimiento económico mediante la estabilidad presupuestaria y la deuda. Un déficit basado en la inversión social y la mejora de la productividad puede ser un crecimiento en un futuro a base de economía real.


Reforzar el estado mediante el aumento de sus ingresos y sus capacidades de implementación de políticas públicas, que ahora mismo domina el sector privado, tanto en lo lucrativo en lo relacionado al consumo como en lo no lucrativo en lo relacionado con lo social.


No reproducir la figura de la moneda única que al final lo que hace es posibilitar el acceso al control del mercado a intereses financieros que el devenir histórico lo único que nos ha mostrado es que han encontrado en periferias mercados para sus exportaciones a cambio de flujos de deuda. Deuda pública a cambio de tejido productivo basado la exportación.


Caminando un poco más hacia la izquierda, hay un aprendizaje que la propia América Latina puede dar a Europa, la judicialización de la de deuda ilegítima, que en el caso de Grecia puede ser una alternativa más que viable: justa.


En conclusión, la situación actual en Europa supone otra muestra de la hegemonía del neoliberalismo en la unión y pone el acento en la necesidad de radicalizar el posicionamiento de la izquierda que ya no encuentra en la socialdemocracia un estandarte con vitalidad ya que ha sido copado por el capital más virulento. La filosofía política tiene una ardua tarea y es la de desenmascarar el entramado teórico que sustenta el actual sistema cuyos principales principios son el individuo y su libertad. Principios que aplicados sin reflexión teórica ( desde el análisis de las relaciones de poder ) no redistribuye un poder que el estado de naturaleza distribuye por desigual. Se trata de darle materialidad a las ideas y dejar de construir compendios conceptuales que acaban por legitimar la violación de la justicia social.


Se trata de conseguir que las medidas que, desde los laboratorios del capital, se lanzan como inevitables se comiencen a ver como el mal y no como el remedio.


miércoles, 13 de julio de 2011

¿Más oxigeno para el proceso Bolivariano?







A la hora de intuir posibles escenarios tras la recuperación de líder de la revolución Bolivariana del siglo XXI creo útil que pensemos en varios frentes.


En primer lugar en lo relativo a su liderazgo. A primera vista se puede intuir que éste saldrá reforzado por varias razones. En primer lugar, el vínculo afectivo que lo unía con su base popular se revitaliza tras un peligro superado. De sobra es sabido que el populismo es la base de la acumulación política del líder venezolano. Populismo muy criticado por la oposición, crítica que debe relativizarse, ya que el populismo como modo de discurso aglutinador de masas no deja de ser una modalidad de marketing electoral, otra cuestión es cómo se gestiona el poder. El carisma del presidente se ha reforzado y ante las nuevas elecciones que tendrán lugar el año que viene esta variable debe tenerse en cuenta, tanto si él es el candidato como si no.

Este último dilema seguro que se lo ha planteado ya, tanto Chávez como la cúpula del PSUV, y sea de la manera que sea, sin duda que el actual presidente seguirá ejerciendo un liderazgo fuerte en el gobierno de la república.


La pasada situación ha sido un aviso para un político-militar que posiblemente deje de mantener tanta presencia mediática, por lo que su método de liderazgo deberá necesariamente virar hacia un modelo de poder más compartido donde nuevas figuras irán apareciendo a la palestra pública como conductores del proceso bolivariano.


Al margen del liderazgo y sus ramificaciones populares, mediáticas o electorales podemos preguntarnos cómo se puede ver afectada la gestión política de la revolución. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que desde que en 2007 Chávez perdiera el referéndum y tras la fuerte crítica que recibió incluso desde la izquierda en las posteriores leyes habilitantes, podemos aventurarnos a afirmar que la definición del socialismo de Venezuela no está en manos exclusivas del presidente. Esto tiene consecuencias acerca de la definición de la propiedad, del modo de intervención y control estatal de la economía, de la gestión de las políticas sociales y como no, de la proyección de la actuación internacional del que ha venido a situarse como el principal defensor del socialismo en el siglo XXI.


Si estas áreas de poder no son monopolio del presidente podemos afirmar que la enfermedad sufrida recientemente no hará sino reforzar el peso de decisores que no son Chávez. Vamos que no cambiará mucho. Esto tiene el riesgo de hacer seguir la inercia que viene dándose en relación al elitismo y burocratización del estado. Ahí tiene un papel fundamental el PSUV si es que quiere jugar el rol que se le pide al partido llamado a liderar la revolución.


Menos cambios se vislumbran en materia económica donde el petróleo seguirá siendo el patrón de desarrollo del país. Patrón que muchos economistas vienen criticando desde hace años alegando que es necesaria la diversificación productiva, más cuando existen fuerzas económicas opositoras al régimen actual que no dudarían en arrimar el hombro al proceso si recibieran ciertos empujes estatales.


La apuesta internacional no dejará de ser PETROCARIBE, el ALBA y el BANCO del SUR, entramado institucional que se presenta como la alternativa a la ofensiva neoliberal Yankee y Europea en muchos países del continente. Sin duda que la figura de Chávez a nivel internacional había cobrado mucho peso como símbolo, por lo que si la enfermedad no le permite seguir jugando el papel de “rojo con poder” en las arenas mundiales si podemos pensar que algo habrá logrado el cáncer del presidente.


En este sentido quizás sea más ilustrador preguntarnos sobre al actualidad de las políticas imperiales en América Latina a la luz de la fuerte crisis financiera, la necesidad de nuevos mercados reales, petróleo y ante el nuevo escenario que algunos se afanan en denominar pos-neoliberal.

En general considero que no muchos cambios de fondo en el proceso Bolivariano traerá la situación actual. Sin embargo si pienso que estamos frente a un momento idóneo para hacer frente a las múltiples líneas de crítica que existen para que el proceso triunfe, líneas que apuntan hacía la sostenibilidad y fortalecimiento de las políticas sociales actuales, la definición del socialismo Venezolano, la dependencia productiva del crudo y el excesivo liderazgo presidencial en la vida política.


La enfermedad de Chávez puede representar una oportunidad de oxigenación de la Revolución Bolivariana. Como anunciaba una escuela médica clásica, todo trauma requiere una apertura para su superación.



Esa apertura puede fortalecer la lucha por la justicia social.